«el coraçon para que mucho se duela: y a enxemplo suyo en qualquier tribulacion y pressura, someta y encomiende su voluntad a·la disposicion y diuina bondad: y con mucha humildad y paciencia reciba sus infortunios deuotamente diziendo. O piadoso Jesu, tu que fecho en agonia, milagrosamente sudaste gotas de sangre: da me señor poderio, para que en tu presencia puedan mis ojos llorar amargosamente tu passion y mis culpas, pues»