«a vuestra necessidad conuiniesse: ni vos fue menester hazer prouision. mas ahora que me apartare de vosotros, y derramados por el mundo ireys predicando el sagrado euangelio: sentires muy grandes espantos y afruentas, y çufrireys pobreza y persecuciones. Y por·ende os otorgo que en·el tiempo de·la necessidad leueys costal y çurron, para guardar lo que para vuestro mantenimiento cumpliere. ca sabed que seres tan perseguidos, que sera bien»