«culpado. vno mostraua su rostro, y otro ordenaua la voluntad. O humildad mas que humana, no negar el beso al ordenador de su muerte. no negar el nombre de amigo: al que tan vil y minimo precio le tenia vendido. Y siendo cordero jnnocente, no denego el beso al lobo hambriento, que le robaua la vida. O juyzio diuino. O paciencia llena de piedad. Marauilla fue que no descendieron los angeles»