«que cierta la victoria tenian. Sin el tan sola quedaua la plaça tan yerma la ciudad tan escura y triste la fiesta que mas parecia tiempo de luto que de alegria. Sin el ni las armas luzian ni el campo alegraua ni la corte plazia ni abultauan los grandes ni festejauan las damas ni el vestir parecia ni la gentileza agradaua: mas ensordescia la musica amortiguaua se el tiempo anocheçia se todo: porque el solo era el»