«personas despectas y viles: como fueron aquellos nuncios y sieruos de·los pontifices y sacerdotes, los quales por todo el discurso de su sagrada passion le fizieron infinitos denuestos, escupiendo y hiriendo aquel su tan venerabilissimo y precioso rostro: la qual cosa çufrir de personas tan dejectas: se estima por muy graue y penosa. Terceramente fue offendido y maltractado de personas de stado: los quales siendo estimadas en·el pueblo por»