«enemigo: tu señor clementissimo con tu caridad excessiua para le perdonar si se arrepintiera, le quedauas amigo. Contemple pues con deuocion qualquier deuoto christiano, y haya verguença, que de cada palabra quantoquiere minima que sea injuriosa: quiere vengança del proximo: viendo nuestro dios y señor, vengador de nuestras injurias: en su propio caso por nos dar enxemplo de paciencia: llamar y tener por amigo a quien le vendia. Onde dize Ambrosio:»