«e detenido por manos de·los infieles y malditos judios, por no embargar el remedio de nuestra salud. Enseña me señor de saber en tu seruicio captiuar todos mis sentimientos: y ten por bien que librando mi entendimiento y mi voluntad a·la memoria continua de tu prision: merezca por tu bondad infinita: ser preseruado de·la captiuidad y muerte perpetua del alma: pues con·el padre y Spiritu sancto etcetera.§»