«la tanta sobrada virtud y mesura del rey don Fadrique que tenia tanto lugar de le echar a perder si queria: agora endemas que le tenia en·las manos y el no tenia con que defender se que todo el campo estaua doliente: y no hauia quien podiesse ni echar mano a·la espada que todos murian de camaras calenturas y otros mil accidentes y remediar no se podian: acordo llamar los principales de su consejo y dixo»