«incitar los a temerariamente vengar·se. Defiende el buen Jesu la defension de·las armas a sus discipulos, por muchas razones. La primera porque no presuman de pelear con·ellas los clerigos, cuyas armas, segun Ambrosio, son las lagrimas y las oraciones. La segunda, porque como dize el mesmo euangelio, todos los que tomaran el cuchillo, por cuchillo es razon que perezcan. E toma en aqueste caso el cuchillo, segun la»