«perdicion. La tercera razon es, porque no era necessaria en su passion sacratissima la tal defension: ca ahun en otras muchas maneras se pudiera librar d·ellos, si·no estuuiera ordenado de padescer por nos redemir: y por tanto reprehendiendo a sant Pedro de hauer osado con mano armada defender su prision, le dixo. Piensas Pedro, que para mi defension no puedo rogar al padre, y me enbiaria en socorro mas»