«de apostoladgo a·la Madalena. No nos alexemos pues de Dios por mucho que en nuestros trabajos y angustias nos desmamparen nuestros parientes y amigos: sabiendo que rogo nuestro redemptor y maestro por sus discipulos, puesto que hauian de ser fugitiuos: antes deuemos allegar nos y rogar mucho por ellos: porque como dize el Psalmista: muy buena cosa es señor allegar me a ti: pues los que se alexan de ti»