«tras el fijo, y dexas la madre? por·que tras el maestro, y no curas de·los discipulos? por·que tras el cordero: y fauoresces los lobos? O fijo mio que sera de mi vejez, contemplando en tu juuentud? pues tan poderoso es mi mal, que no me quedara la vida sino para luengo morir: si por precio de amor tu vida se podiera comprar, mayores fuerças fueran las de mi»