«la bendita y piadosa señora con los otros apostoles, y con·las otras Marias muy apressuradamente y desatinada vagando, sin saber donde hallar la certidumbre de su salud: como acahesce muchas vezes en·las aves atropeladas: que si en medio d·ellas improuisamente echamos alguna piedra, muy derramadas por inciertos caminos andan por el ayre volando. Assi aquella triste compaña, atinando alguna vez al son criminoso de·las trompetas: y a·»