«faziendo la madres desconsolada mayor esfuerço que a mugeril fuerça conuiene, por le ver, y rasgar con·el sus entrañas: nunca lo consintio la ira rabiosa de·los crueles ministros: los quales con empentas y golpes despiadados, dieron con·ella en·el suelo. O alma deuota, quales ojos podian ministrar lagrimas conuenibles a tanto dolor? quien no tuuiera por gloria por resistir a tanta crueza, morir embuelto con·ellos? quien no»