«podemos nosotros ser leuados a·los lugares peligrosos de temptaciones: mas es en nuestra mano de no consentir en·las temptaciones, ni consentir al pecado. y en caso que a alguno llegue la tal temptacion recorra luego, y recuerde lo que dize el Psalmista. Tu espiritu bueno señor, recordando me de ti: me trahera en·la tierra derecha: donde no hay error ni peligro.§ Capitulo .xxix. del noueno articulo de·la»