«y incierto, de entender la destruccion de templo tan singular, blasphemassen de quien assi supitamente entendia y trabajaua de·lo destruyr. E a todas estas calumpnias y falsos testigos, nunca el saluador de todo el mundo respondio, como reza el sagrado euangelio: y la razon d·ello fue (como escriue el glorioso Augustino) porque no merescen respuesta las mentiras, quando son muy conoscidas. y porque allende de aquesto conoscia el buen»