«del sueño de·la muerte: lo qual conuiene muy propiamente al templo spiritual de su cuerpo marauilloso: mas rehedificar, como ellos calumniosamente deposaron, propiamente conuiene al templo material: como quiera que no era mayor milagro rehedificar en tres dias el templo hecho de mano, que empues de muerto al tercer dia resuscitar a·si mesmo. Nunca plegue al eterno Jesu hermanos carissimos, deposemos contra nadi falso testigo. sabiendo como Ysidoro reza»