«de hallar se tan discretamente vencido: mouido de yra y de desenfrenado furor: y estimulado de impaciencia: por hallar algun lugar de justa calumnia, leuantando·se con gesto muy rigoroso de·la silla del juyzio sacerdotal, con rostro muy turbado començo de dezir al cordero sin manzilla que delante d·el estaua tan pasciente y humilde. Ninguna cosa respondes a·lo que aquestos contra ti testifican? Mas el piadoso señor callaua,»