«manzilla que delante d·el estaua tan pasciente y humilde. Ninguna cosa respondes a·lo que aquestos contra ti testifican? Mas el piadoso señor callaua, como staua d·el prophetado. O rabia desesperada. O malicia pozoñosa, llena de resalgar y venino. buscaua el scelerado verdugo, como con la respuesta hallasse causa de poder acusar: mas siempre el redemptor de nuestra salud callaua: primeramente, porque mas llanamente su justicia se demostrasse: ca»