«el diablo, mas dixo·le: mande te Dios en quien es el poder. Onde scriuiendo sobre aquestas palabras el glorioso Jeronimo dize assi. Si el bienauenturado Miguel altercando con·el diablo, no oso en el inferir el juyzio de·la blasfemia: ahun que allende de aquesto el sea digno de maldicion: quanto mas deuemos nosotros abstener nuestras bocas de inferir a nadi maldicion y blasfemia? Bien merescia por cierto el diablo»