«con atreuimiento pestilente y mortifero escupieron aquel diuino y luzido rostro: espejo de·los angeles sanctos, y de·la incomprehensible diuinidad. y aquesto porque se cumpliesse lo que staua prophetado por el gran Ysayas: nunca retrahi mi rostro de·los que me increpauan y me escopian. y esso·mesmo por Job: no tuuieron temor ni verguença de escopir me en·el rostro. Ca era antigo costumbre en·el judaysmo, quando tenian»