«la sancta y esclarescida consciencia: en·la qual resplandesce su faz, a·saber es su ymagen bendita. de donde se sigue que qualquier que ensuzia su consciencia con manzilla de pecado mortal: quasi es visto escupir en·el rostro de aquel que tiene poder de alimpiar nos de pecados y culpas. E por·ende plugo al piadoso Jesu ser escopido en su rostro, porque estuuiessen limpios y muy luzidos los nuestros.»