«confiesse por mi boca: que nunca por obras contrarias te renieguen mis manos: pues con·el padre y con·el Spiritu sancto biues y reynas para siempre jamas, y sin fin.§ Acostumbran de ser los pezcoçones heridas de menosprecio grandissimo: ca solamente se suelen herir en·el pescueço los mochachos y despectas personas, o los que tenemos por locos. E assi en·el presente articulo, no se tiene respecto tanto al»