«el padre y con·el Spiritu sancto biues y reynas para siempre jamas, y sin fin.§ Notando muy deuota y atentissimamente, quan maliciosamente y desordenada, como arriba diximos, algunos de aquella scelerada compaña y maldita escupian y deturpauan aquel diuino y esclarescido rostro del redemptor de todo el mundo, y otros le dauan por detras por mayor menosprecio de pezcoçones: otros hauia que allende de irrogar le ignominias, trabajaron junto con·»