«se derramo de su rostro preclarissimo y delicado alguna sangre. y de aqueste improperio fablo mucho ante Job: en spiritu de profecia, quando dixo: abrieron sobre mi sus bocas, y exprobando me hirieron en mis quixadas, y hartaron se con mis penas. Y esso·mesmo Jeremias en sus trenos. Ofreçera de buena gana sus quixadas a quien herir le querra: y hartar·le han de denuestos. y no menos lo escriuio»