«el rostro, porque de su piadosa clemencia recibas la merced en·el cielo. y no solamente si actualmente la recibieres mas ahun como en aqueste passo quiere la glosa, si en tu misma presencia fueres maltratado de palabras injuriosas y llenas de escarnio. como el euangelista glorioso Lucas lo siente, quando allende de·las injurias y oprobios actuales que scriue que los judios nephandissimos irrogauan en·la persona de nuestro maestro»