«scelerados pudieran sostener el mirar·le: y los tristes para si mesmos escondieron a tiempo la faz del señor: la qual esperan ver en el espantoso dia del juyzio final, no encubierta ni velada: mas reuelada y serena, llena de furor y de yra. lo que temiendo y orando trabajo mucho de esquiuar el glorioso Dauid diziendo. No me reprehendas en tu furor, ni me castigues señor en tu ira. Lo»