«las mujeres, en presencia de·los varones tener los ojos fixos en tierra, y el rostro quasi velado, y de verguença muy inclinado, porque con otra desemboltura no procuren mayores daños. Onde leemos en·el Genesi, que Abimelech despues de hauer restituydo a Abram su mujer Sarra, la qual le hauia tomado por fuerça, pensando fuesse su hermana: dixo a Sarra. Ahe que yo he dado a tu hermano mil reales»