«las penas del cuerpo, y menos de·los dolores del alma: allega te a el por singular compassion, señalando con lagrimas piadosas, lo que de piedad tiene tu coraçon encerrado. O quien pudiesse escriuir los gemidos y la tristeza de·la dolorosa madre del redemptor, en·la hora del examen tan criminoso de su glorioso fijo vnigenito? quando todas las cosas que le solian alegrar: le ponian tristeza. y con cuydado»