«donde tu alabança ternia lugar de gloria: si dexauas el hijo, a quien por natura deues la vida: y lleuasses la madre, que la dexaria de grado: mas son tus desseos llenos de tan desenfrenado rigor, que a nadi supiste jamas perdonar: nunca en tu sossiego y perdon cupo el fuerte ni el rico, ni el sabio ni el poderoso, tanto que el hijo de Dios, en·lo que de mi»