«palabras de tan insigne traycion, fuessen dignamente punidas. Ni consintia razon que aquella alma spurcissima, se despidiesse por el comun lugar de·las otras: la qual nunca tuuo reposo: hasta que pariendo la iniquidad que concebida tenia: saliesse por inusitado lugar: y recibiesse justa merced de tan gran sacrilegio. La tercera, porque vn tan famoso y maligno traydor: pues el cielo le abominaua: no lo recogiesse la tierra: pues tan maliciosamente»