«donde se sepultassen los peregrinos, que no tenian lugar cierto donde se poder sepultar. E por·ende hasta el dia presente se llama aquel campo, Ageldemach: que tanto quiere dezir como campo de sangre. O damnada ypocrisia. O pensamiento scelerado: fingen los maliciosos piedad y misericordia: teniendo gana de por iniquidad pregonar la infamia de Christo: perpetuando la memoria de acto tan piadoso: con·el precio de·la sangre del justo.»