«nadi la muerte. y esto dezian por quanto a ellos no pertenescia juzgar de causas de sangre, las quales y las otras que requirian alta inquisicion, los romanos se·las hauian reseruado, en señal de superioridad y dominio. O maliciosos despiadados, quan contrarias eran vuestras obras a vuestras palabras: pregonauades por illicito y no conueniente deuer matar a Jhesu: y ofreciades le con vuestras manos y determinado consejo, para que muriesse.»