«reyno, defenderian mis ministros y pelearian, porque no llegasse a manos de·los judios, mas digo te agora por cierto, que mi reyno no es de aqui. conuiene saber (como dize Crisostomo) mi poderio y auctoridad por la qual soy rey no tiene origen ni principio de causas mundanas y transitorias: mas del padre eterno por la diuinidad, que nunca tuuo principio: por lo qual me son sojetas todas las cosas:»