«ganaras el reyno del cielo donde tu alma tuuiera reposo en·la gloria que nunca terna mas desseo ni fin: y assentaras el de Galilea por el mas famoso del mundo: y fueras mas alabado si con tu discreto conoscimiento condemnaras a tu padre por nescio, que a ti mesmo por malo y damnado. Mas plugo al eterno Jesu, muriesses en tu malicia, porque conosciesses que el era el dios zelador,»