«corriendo por todo su sacratissimo cuerpo la sangre, pudiessen hartar su tan criminoso desseo y holgassen: creyendo con tal castigo poder conseruar a Christo en vida: y atajar en·ellos la tan porfiosa importunidad y peticion de su muerte. E assi mando desnudar aquel reuerendissimo y diuino cuerpo: receptaculo de nuestra salud: para que fuesse rigorosamente açotado. O manos despiadadas. O manos mas de animales brutos que razonables. O manos sacrilegas,»