«la pena desigual del fijo de Dios eterno? pues es cierto que tuuo carne passible y virtud sensitiua, con·la qual el alma se condolia del cuerpo dañado. ca la verdadera lesion, y el verdadero sentir de·los daños: son dos cosas que hazen el dolor verdadero. Y esto es lo que dezia el sancto profeta: afligido soy y muy humillado. y en otra parte: yo soy pobre y doliente. y»