«dolor? Tan solamente nos queda vn pensamiento, que tu que eres sol de eterna justicia, para entonces escondiste los rayos de tu claridad: porque aquellos fijos de Lucifer, exercitassen su poderio y malicia de su escuridad y tiniebras. Damos te por·ende gracias señor de tus verguenças, de tu amor, de tus dolores con excessiua affeccion. Ofreçemos te de muy buena gana, y con muy entrañables sospiros de hecho ponemos en»