«burlando·le, le saludauan por rey. Bien conuenia por cierto vestidura vermeja para cuerpo tan rubricado de tan infinitas heridas: porque se cumpliesse aquello que d·el escriuio Esayas, quando segun la glosa: los angeles marauillando se que el precioso cuerpo del glorioso Jesu, el qual del vientre virginal de nuestra bendita señora, era nascido tan candidissimo: llegaua tan vermejo y lleno de sangre, le preguntaron: por·que señor esta tan»