«o doctrina del cauallo. § Despues de fecho lo susodicho le pongan el freno que no sea fuerte con su barbada por si misma blanda. Y sea sacado fuera del stablo: y estreguen·le bien con vn mandil la cara el cuerpo el vientre y camas. Y si lo strijolan sea la mano ligera sin que [tom]en enojo alguno: y continuando alçar le los pies y manos segun que diximos: como quien le echa las ferraduras»