«mis dichos te prouarja por dos senyoras d·aqueste reyno: mas porque serja ffea cosa allasen scrjto la vellaqua vida que depues de·fecha la jngratitut pasaron non te·lo qujero dezir. La donzella mjrando la madrjna en la cara le parecio ver vesiblemente todo el desauenturado caso d·aquellas. E como alterada le dixo: Dios me defienda senyora madrina de tan malaventurada y desastrada ventura que cierto a·mj no me plaze por ninguna forma matar»