«el qual nos enseña, como los abhominables y malditos ministros, con cañas herian la cabeça del glorioso Jesu.§ Oracion.§ Clementissimo rey Jesu glorioso, tu que por saluar nuestros yerros çufriste que tu cabeça delicada y reuerendissima, fuesse herida con palos y cañas: suplico te señor que no consientas que la vanidad de mis actos y vida, ofendan en algo tu majestad: la qual es cabeça y reparo de quantos moran en·»