«ministros ahun que gentiles, contra la persona del señor y redemptor de humana natura, que con soberano estudio pensauan, como hallassen nueuos tormentos para poder·le penar: y pareciendo·les poco el dolor que los aguijones que la garlanda de spinas le dauan: procuraron no solamente de apretar le con las manos quan esforçadamente pudieron aquellas spinas: mas ahun con ira mas leonina que razonable: con cañas que tuuieron a mano,»