«finalmente ponen las espinas de·la corona a Christo Jhesu hasta el cerebro: los que con ociosa vida le ofenden: pues es el nuestra cabeça, de·la qual todos nuestros sentidos y operaciones de vida depienden: de·los quales recebimos nosotros loables enxemplos para nuestro biuir: y por·ende en qualquier ocio quando se nos ofreçe oportunidad para bien fazer, si somos muy ociosos: quasi herimos en·la cabeça a Jesu:»