«en el: conuiene saber la vida y la doctrina: quita le pues lo vno y lo al: quita le la vida primero, y quitar le has por consiguiente la fama, que obtuuo con su tan esclarescida doctrina. crucifica·le, quita le delante de nuestros ojos, que sin remedio pena muy graue sentimos en ver·le. O quien pudiera, o alma deuota, tollerar aquestos clamores sin gemir y llorar? Qual seria el»