«Adam: en·el trabajo y sudor de tu rostro labraras el pan que has de comer. La segunda de maldicion congoxosa, quando le dixo: en tu trabajo sera maldita la tierra: la qual te fructificara espinas y cardos. La tercera de repulsa muy vergonçosa, quando le mando el señor que saliesse del parayso, y puso el angel para que le defendiesse el camino del fruto de vida. La quarta de·la»