«le por fijo del eterno Dios y inmenso, por muy gran espacio sincopizo en manos de sus hermanas. Lo qual viendo su fijo glorioso lleno de piedad y misericordia, señalando muy conoscidamente los dolores y angustias, que su coraçon herido çufria: agrauiando le mucho mas la passion de su madre reuerendissima, que el temor de su muerte cercana: perdiendo de todo el esfuerço para poder lleuar mas adelante la cruz: piadosamente»