«hay otro dios sino tu.§ Lleuauan pues al piadoso Jhesu los scelerados sacrilegos, con muy gran bollicio de gente, fuera de·la ciudad para el monte Caluario: el qual era lugar publico y comun, donde sentenciauan los criminosos. y aquesto no sin altos y profundos misterios. Primeramente porque se demostrasse que la virtud de su passion sacratissima: no se deuia cohartar ni encerrar en solos los terminos de·la gente del»