«eran muertos, y biuian, conosciendo ser el dios y hombre: mas ahun estendidos, para acarrear de·los vltimos fines del mundo, quantos quisiessen oyr y creer por ley euangelica. O entrañable incendio de caridad. O abismo marauilloso de piedad. O pielago profundissimo de intenso amor y diuino. qual sera tan despiadado y tan enemigo de su salud, que viendo descoyuntar tan inhumanamente tu sacratissimo diuino cuerpo y precioso: no dessee desorganizar»