«de·lo que conuenia ni podia çufrir la humana complexion, fue acerbissimamente enclauado en·la cruz. Ca assi como el primer hombre estendiendo las manos, y con·los pies andando, llego al palo de·la preuaricacion: en·el qual concerto con·el diablo el contracto de nuestra mortal damnacion: assi el saluador de humana natura: por rasgar y cancellar obligacion tan pesada y cruel, çufrio muy ganoso, que sus diuinas manos»